Las habilidades sociales son las habilidades que usamos para comunicarnos con otros tanto verbal como no verbalmente. Su desarrollo es fundamental para una interacción efectiva en grupos. La empatía, la comunicación clara y la colaboración son clave para construir relaciones saludables. Las habilidades sociales nos ayudan a actuar de manera apropiada en diferentes situaciones, desde vincularte con alguien en un comercio, una reunión familiar, un encuentro con pares.
Desarrollar estrategias que refuercen el desarrollo del tiempo de espera.
Reflexionar sobre la importancia de respetar las normas y sus consecuencias.
Practicar el respeto mutuo en la comunicación. Tomar en cuenta los distintos puntos de vista. Defender ideas propias y respeto por las ajenas. Practicar la resolución de conflictos de manera constructiva.
Las habilidades sociales pueden afectar la capacidad de trabajar en grupo, comunicarse con compañeros con lo cual trabajar sobre ellas puede contribuir a una inclusión más plena en el ámbito escolar/académico.
Las habilidades sociales contribuyen con el desarrollo de la autonomía. El tener la capacidad de poder comunicarnos efectivamente nos permite poder tomar decisiones sobre nuestra vida, expresar nuestras necesidades y deseos contribuyendo a un desarrollo integral de la persona.
Las personas con desafíos en el desarrollo a menudo experimentan aislamiento social y sensación de soledad. Desarrollar habilidades sociales les permite conectar con pares a través de intereses compartidos y construir amistades, disminuyendo así el aislamiento social. Al poder construir vínculos positivos con otros, sentirnos aceptados, valorados y encontrar un espacio de pertenencia mejora nuestra autoestima.
En conclusión, la construcción y fortalecimiento de habilidades sociales en personas con desafíos en el desarrollo no solo mejora su calidad de vida y promueve la integración social, sino que también les proporciona herramientas esenciales para enfrentar los desafíos diarios.
Cuando hablamos de Autismo nos referimos a un espectro de condiciones del neurodesarrollo. Las personas que se encuentran dentro de este espectro presentan desafíos en la interacción social y la comunicación, Conductas repetitivas e intereses restringidos.
Es un modo de ser, de vivenciar los estímulos, las emociones, de procesar la información y las sensaciones.
Para estar dentro del espectro basta con cumplir algunos de estos criterios diagnósticos.